Poemas a un trastorno.
El día que te perdí, me jure a mi misma que no pasaría ni un solo día mas sin decirte que te amaba. El día que te fuiste, quise arrancarme la piel y beberme mi sangre por sentirme culpable y permitir no mirar tus ojos por ultima vez. El día que supimos que te pasaba algo dentro de tu cabeza que no era normal, que tu veías el mundo de una manera diferente y sentías todo de una manera extraña a la mía, ese día el mundo en mi cabeza se cayo a pedazos. Todos los días el cielo estuvo gris. Ese era un día especial, lo recuerdo perfectamente, cumplíamos otro de esos ciclos que celebramos cada mes, un ciclo importante, había estado pensando en tu regalo y no pude darte nada, no pude volverte a ver durante un buen tiempo, no pude tocarte una vez más, no pude caminar, ni reír, ni volar. No pude encontrar la felicidad en ninguna palabra. El día que desapareció tu ingenua inocencia nos destruimos, ese día comenzó un camino largo a un destino corto, ese día entendimos muchas cosas y tus síntom