Alejandro

Maldita forma mía de ser, malditos inconvenientes, maldita ciudad pequeña, malditas las cafeterías, maldito el diseño abstracto, malditas mis fijaciones por hombres como tú, malditos mis rencores y mi oculta envidia e incapacidad de poder compartirte, malditos tus besos, maldita la extraña incomodidad y esa forma de no poder transformar mis sentires a palabras adecuadas, malditas las veces que se me acelera el corazón, maldita la ocasión en que sentí vergüenza, bendito mi dios por ayudarme a detenerme, nunca encuentro la forma sencilla de compaginar tan fácilmente, nunca encuentro cómo ni dónde sentirme cómoda, nunca logro encontrarme a mí misma de la forma en la que me gustaría, me voy haciendo a piezas rotas, a charlas sin motivación, a vasos de vidrio que se llenan y se rompen.
Y cambio de parecer y quisiera no ser tan buena, no tener intenciones de cambiar, no tener la oportunidad de que me vean la cara, no tomarme a la ligera, quisiera exigir más, esperar el momento adecuado, dejar de tener esa sensación que me dice "por aquí es" cuando realmente no existe un aquí, ni un donde, ni una razón real para que las cosas sucedan de la forma correcta.
Puede que no sea yo, puede que las cosas cambien en el futuro, puede que logré encontrar lo que busco después pero puede ser también que las personas nunca cambian y que los hombres, a decir verdad, los hombres, no saben nada.

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