Universo alterno #245

 Me estoy rompiendo a pedacitos.

¿Recuerdas esa pequeña coneja blanca que me regalaste cuando apenas éramos unos niños? Tenía las orejas color café y era tan suave, tú me diste la oportunidad de tener una mascota por primera vez y de amarla tanto como te amé a ti. Esa pequeña coneja creció, tuvo hijos, vivió todas mis mudanzas, los cambios de estación, y me acompañó largos años, años en los cuales yo te ame y te quise y viví tantas cosas, nunca creció mucho y jamás dejó de ser suave y linda, esa pequeña bolita de pelo murió hoy y yo tengo una herida abierta en medio del pecho, me despido de un pedazo de mi vida y uno que tú creaste especialmente para mí, por un segundo en medio de mi desesperación de no saber qué hacer quise llamarte, quise buscarte y pedirte que me ayudaras a enterrarla, ojalá pudiera enterrar con ella todo el amor que aún tengo por ti, pero yo que voy a saber, tal vez tú nunca volverás a estar dispuesto a ayudarme y mucho menos a verme llorar y destruirme en pedazos, no estarás dispuesto a llevar a esa pequeña conejita muerta a un lugar donde descansar y después abrazarme sin saber qué hacer, porque yo tampoco sé qué hacer, ese pequeño ser amado forma parte de nuestra historia y fue tan importante para mí que no puedo dejar de llorar y no deja de dolerme, mi corazón, que dejara de palpitar algún día quiere detenerse porque ya no puede con tanto sufrimiento, es increíble que de entre todas las personas a quienes pudiera pedir ayuda tú pasaste por mi mente con ganas de gritarte que me ayudaras una última vez. 

¿Porque me regalas la oportunidad de amar y luego me la quitas? 

Llévate lejos a esa pequeña coneja y entiérrala junto con mi corazón, ninguna de las dos servimos para algo. 





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