Universo alterno #444

 Me siento tan perdida, tan inmersa en grandes posibilidades que me rodean como un mar, que me ahogan y me asfixian sin ayudarme a saber que soy, que busco, que quiero o quien soy.

Nunca pudiste venir a salvarme y esta y otras tantas veces te quedaste quieto mirándome fijamente y me hiciste sentir que era yo quien más sola estaba en este mundo, que era yo quien más estaba destruida y estaba sola y estaba rota y esta soledad fue rompiéndonos a ambos pedazo por pedazo.

Cada noche me pregunté si no me elegías por no ser lo suficiente y cada noche en la tristeza de mi alma acepté que no era yo quien tú quisieras amar, y cuando estábamos juntos se nos olvidaba que no podíamos hacernos felices y si pasaba una cierta cantidad de tiempo que mereciera olvidar lo mucho que nos hacíamos daño podíamos llegar a perdonarnos y pasar por alto que siempre terminamos destituyéndonos el uno al otro. Mi corazón siempre me dice que vale la pena intentarlo otra vez pero cuando eso sucede mi corazón ya no quiere ser mi corazón y quiere salirse y quiere irse huyendo de mí y quiero ser yo quien esté a punto de morir para olvidarme de todo y ojalá me tocará volver a nacer y ojalá pudiera elegir otra alma porque esta se encuentra atada a ti, amarrada a ti, asfixiada por ti, deshecha por ti, destruida por ti y nunca pero jamás de los nunca amada por ti.

Porque cuantas veces me pregunté si yo no era suficiente para ti se me olvidó en pequeñísimo detalle que tú, eres un hombre, que no sabe cómo amar. Débil, pequeño y simple hombre que no tuvo una familia amorosa que le enseñara como era realmente amar, que se dejó engañar por la vida y que ve el amor de las películas esperando algún día, uno de esos inesperados días en el que pueda llegar una mujer que lo ame y le dé todo lo que piensa que es el amor y entonces llego a tu vida, una y otra y otra y cada maldita vez y no me eliges y me haces sentir insuficiente, no soy yo, y no eres tú, y no es tu alma, y no está vida ni la que sigue, ni otras veinte más, ni cuarenta y cuatro, cuatrocientas, cuatro mil. 

¿Sabes que es lo que yo sé que tú no sabes? Que se te olvida que no sabes amar, que no eres capaz de entender el amor, que no lo identificas, que no me sueltas pero tampoco me eliges y que siempre, por el resto de la vida, me dejarás por alguien más.

No se me olvida cuántas veces me destruiste, cuatrocientas cuarenta y cuatro… y la que sigue. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Érase una vez el amor, pero tuve que matarlo.

Universo alterno #47

Universo alterno #786