Érase una vez el amor, pero tuve que matarlo.
Juntos trataron de hacer lo mejor posible, romper los duros bordes de la realidad y para eso tiraron con saña... Quisieron robar un pequeño espacio de vida en el reino de la muerte. Ella era blanda como un flan y termino casándose con otro flan y tuvieron flancitos. Ella quería ser actriz pero con su blanda personalidad no habría podido ni interpretar una voz en off. Sentados en la playa mirábamos la luna y yo inventaba con palabras un reino lleno de duendes alucinados y castillos medievales, gastaba el poder de mi mente en ella. Ya no digo mentiras porque perdí la imaginación pero no hay nada que sea confiable en mis verdades. No sé cómo pero estoy seguro de haberla amado. A cierta chica le gustaba el campo, le gustaban las vaquitas, la hierva mojada a mi todo eso me enferma. Una vez fuimos al mar, ella nada bien. Yo como en todas las cosas me las arreglo. No es que sepa...
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