La historia de tu luz.
Teníamos un gusto peculiar y la mayor parte del tiempo teníamos aliento con olor a café. A mí me gustaban los pequeños pasteles de chocolate y a él le gustaba consentirme, me abrazaba cada que podía y durante algunos meses, pasar tanto tiempo a su lado día tras día, me sirvió para desenamorarme y enamorarme de él. Sé que está consciente de cuánto me dolió que me rompiera el corazón y se ha esmerado tantos días de su vida para repararlo. Porque a pesar de mi terquedad de alejarme, él no se alejó de mí y solamente por eso es que estoy aquí, mirando este pequeño pastel que me ha traído y contemplando lo pequeño que es el universo, lo poco que cabe el amor en el corazón y los espacios tan grandes que hacemos para el sufrimiento. La primera vez que caminamos bajo la lluvia se atrevió a pedirme que no me enamorara de él pero eso era imposible, como no quererle si era un hombre más allá de increíble.Me hizo feliz en tantas ocasiones en distintos tamaños, formas y colores, sabe exactam...