Odio la luna llena.
Odio, ese maldito dolor en el estómago que me da al saber de ti, odio, los días estúpidamente nostálgicos que me traen tus recuerdos, odio, odio los chistes tontos que existen aún después de que nosotros dejamos de existir, odio no poder contarle esos chistes a nadie más. Odio cuando sonríes, odio cuando amas, odio cuando vas a trabajar, odio cuando despiertas en las mañanas sin alarmas, odio que estés tan lejos de mi, odio que no me amarás. Odio tener tu camisa de cuadros en mi armario y que se asome siempre para hacerme saber que fuiste, odio estás malditas fechas, odio que tú cumpleaños venga, odio haberte amado, odio... Odio odiar ¿Sabes? Odio tus incapacidades sentimentales, odio las distancias, odio tu poca fuerza de voluntad, odio tus ojos café, tus labios, tu peinado estúpido, odio acordarme de ti, odio no poder tener un botón dentro de mí para olvidarte, me vendría de maravilla no volver a recordar que fuiste, que eres, que te odio. Odio odiarte.