Monzerrath Riv.

 Me regalaste a Julio sin saber nada de su historia, sin saber quien lo había amado, que había sufrido y que le hubiera gustado vivir, después me enteré que Julio tal vez amo a Alejandra, y Alejandra sufría, sufría sin contar con consecuencias, y lloraba y gritaba y escribía, y Julio le escribió una historia y la hizo protagonista de ella, la gente dice que no es cierto pero a mí me gusta pensar que ellos si se amaban, si pasaban su tiempo juntos leyéndose cosas, escribiéndose, tomando café, vino y fumando y porque no, haciendo el amor, recuerdo esa época en la que tú y yo fuimos como ellos, esa época en la que me escribías que yo era magia, en la que yo te hacía cartas para decirte que te amaba, todavía te amo pero ya no te lo escribo en el papel, porque el papel se acabó y tus ganas de leerme también, Alejandra terminó por suicidarse en uno de esos momentos en los que se sintió más sola que nunca y me preguntó si yo también acompañaré algún día a Alejandra, en esa mesa redonda, donde

 Siempre te he escrito, siempre he tenido la esperanza de que algún día, por más ilógico y loco que suene, leas todo lo que hago para ti, siempre me duele tu ausencia y siempre me destroza el corazón cuando te vas, soy tan dependiente de ti y tú me tratas tan mal que yo no puedo librarme de las malas lenguas que me dicen que no me mereces, que me dicen que las rosas blancas que me regalas después de gritarnos no solucionan nada, que el amor no es lo que es para mí y que por más que yo quiera tú y yo no podemos estar juntos, yo quisiera y le pidió a dios cada vez que tengo la oportunidad, no importa cuánto me duelas, eres el amor de mi vida, eres el hombre a quien más he amado, quisiera casarme contigo y que seas el padre de mis hijos, que todas las mañanas despiertes en mi cama y que haya rosas blancas después de cada discusión por más tontas que sean y por más doloroso que suene, yo siempre te espero, yo siempre te amo, yo siempre lo intento con todas mis fuerzas que tú me ames tambié