Monzerrath Riv.

No se mucho que pensar, la realidad es que suenas muy hipócrita. Todo estaba frente a mis ojos, siempre pensaste en ella mientras yo te amaba y término arruinandonos, no ella, si no tu y tu fuerza para no olvidarte del pasado, aferrándote siempre a las cosas que te hacen sufrir y es por esa misma razón que ahora te aferraste a mi. Suenas muy hipócrita, no me escribiste hasta que no estaba cerca de ti, no me quisiste hasta que me sentiste ausente, no te hice falta mientras sentías el amor que tenía para ti pero dime ¿Que amor tenias tu para mi cariño? Ese mismo amor que se te olvido tan sencillo pues encontraste rápidamente a alguien mas, que supliera mi lugar, que curara tu tristeza y que intentará con todas sus fuerzas lo mismo que yo intente, borrar un recuerdo latente que te hace sufrir, ese al que te aferras. Suenas muy hipócrita cariño, lo fuiste, te engañaste a ti mismo y de paso me engañaste a mi. Fue una lástima la carencia de realidad que existió en ti solamente al final,

Tú haces que yo sienta frío, nauseas y vacíos en el corazón. Tú haces que tiemble el centro de mi ser, que me recorra la inseguridad, la rabia, la ira. Me das confianza y amor y lo drenas de mis venas con seguridad e impaciencia. Tiemblo, me duele el estómago, me das soledad, angustia, dolores... Tú, mi vida, tú eres capas de sacarme el apuro, la tristeza, la demencia y más sin embargo, tú me las regalas. La locura me tiene atada de un hilo, ese hilo se llama tú.

Hambre de sueños, hambre de ti. Desvelos de soledad y sentimiento de extrañarte. Hambre de tu tacto, tus labios sobre mi piel, deseos de comerte, destruir el universo, tengo hambre de vida, tengo hambre de ti. Hambre de tus ojos mirándome, de tu alma sintiéndome, ganas de que tengas ganas de tenerme, agonía de placer, hambre de comerme tu piel.  Hambre de despertarte a caricias, sed insaciable de tu ser.  Tengo hambre de tu sangre, del calor de tu alma, tengo un hambre de verte hacer lo que te entusiasma y que me cuentes el atardecer que me guardas. Hambre de que me ames y me lo digas, hambre de que no dejes de pensar en mi. Tengo el hambre mas grande del mundo, me tienes muerta de hambre de ti.  Hambre del café de tus ojos, hambre del dulce sabor de tus labios Tengo una dolorosa sensación de vacío en el estómago, en medio del pecho, un hueco en el alma y ese es el hueco donde vas tu, me hace falta tu esencia para sentirme completa, tu lugar es en medio de mi corazón.

Quiero un amor completo y delirante. Quiero un amor que no me haga dudar ni que dude nunca de lo que es capas de hacer por nosotros. Quiero un amor igual que un café que me despierte en las mañanas, me regale calor para mi cuerpo, me emocione, me de paz. Quiero un amor de cincuenta años o mas, un amor de antes, de cartas, de flores, de sonrisas lentas a media luz. Que se me acabe el mundo y me coma de poco a poquito, que me fusione con él, un amor eterno que me lleve al cielo, que se convierta en dos estrellas en la obscuridad. Quiero un amor de verdad, que sea inquebrantable, invencible, incorruptible, un amor fuerte, un amor al que no le falte nada. Quiero un amor contigo, que no sea cualquier amor, que nada se compare con lo que sea nuestro. Quiero que me dejes quererte... Y que me quieras. Quiereme tantito.