Tú y tu apego evitativo

Cuando me decías que nadie había hecho tanto por ti como yo era tu máxima expresión de amor, así como esas veces que me dijiste que te sentías cómodo conmigo, ante mi y las debilidades de mi corazón eso es algo que suena tan insípido, es como aventar un granito de arena a la orilla del mar, tan invisible, tan insensato, y era tu máxima expresión de amor, cuando me dijiste que me querías y que no te merecías que yo hiciera lo que hacía por ti, era tu honestidad hablando y diciendo realmente que tu forma de querer no merecía la mía, que desborda tanto, que lo da todo, que se compromete sin necesidad de que se lo pidan, que entrega y cambia todo lo que sea necesario, cambie mi vida por ti tanto como pude hacerlo y no fue suficiente para que te quedarás, aunque lo deseara con todo mi corazón me heriste tanto que tuve que pedirte que te fueras, y la verdad es que no afectaba ni cambiaba nada que tú me hubieras demostrado un poquito más, que tú fueras vulnerable ante mi, que tú te comprometieras conmigo, eso solo me hubiera demostrado que tenías otras formas de querer y que de alguna forma yo podía ser suficiente para ti, después de darte todo lo que necesitabas y querías, después de deshacerme y volverme a armar ante tus necesidades, ante tus requerimientos, ante lo que tú quisieras para ser feliz, ojalá lo hubieras sido, ojalá hubieras querido ser más de lo que eras para que tú me merecieras y que tu culpa no te dijera que todo lo que yo hacía por ti era demasiado, para que estuvieras a la altura y que las cosas entre nosotros hubieran funcionado y fuéramos felices y no tuviera la necesidad intensa de tener que escribir todas estas cosas que duelen a cada palabra que doy, ojalá hubiera funcionado.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quien eres?

Universo alterno #326

Érase una vez el amor, pero tuve que matarlo.