Fuerza.

Decidí qué tenía que hacer algo con mi vida en lugar de estarme lamentando todo el tiempo de porque las cosas no me salían bien.

Tuve que equivocarme muchas veces para darme cuenta que era yo la única persona qué podía ser capaz de cambiar, tuve que darme cuenta de que todo lo que hacía lo estaba haciendo mal y que eso era solamente culpa mía, que nadie era dueño de mis sentimientos ni de mis acciones, que el dolor no guiaba mis decisiones y no podía enfocarme en todo lo malo qué me pasaba. 
Decidí tomar el control al darme cuenta que me estaba hundiendo cada vez más abajo en un lugar que no tenía fin y que si continuaba nunca iba a encontrar el fondo y que eso, simplemente era algo que no valía la pena. 
Me di cuenta que nadie a mi alrededor era responsable de mi vida más que yo, qué tenía que quererme, qué tenía que cuidarme, que tenía que verme, qué tenía que sentirme y que tenía que responsabilizarme de mi vida yo misma, tenía que continuar hacia adelante, seguir caminando sin mirar atrás y dejar el pasado en su lugar.

Decidí que tenia que continuar, sin las cosas que no me dejaban avanzar, sin los limites que me ponía a mi misma, sin nada de eso que no servia para nada.

Seguir adelante, caminando hacia el sol. 



Sarah M. Riv. 

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