Como sea que has de llamarte

Diego:
Mi Diego, todavía te sigo llamando mio aunque tú y yo bien sabemos que nunca lo fuiste.
Y digamos que es porque yo soy bien mula y nunca quise hacerte caso, pero pues igual ya no soy tan tonta, tanto como era antes, aunque quien sabe.
Pablo mio, se que no fue tu culpa por andarme prometiendo tantas cosas, si no mas bien la mía por andarte creyendo siempre cuanta babosada te salia de la boca, por el calor del momento y tu afán de hacerme creer que si me querías, pero ni el diablo puede estar mintiendo tanto y el corazón se gasta de fingir y fingir yo no se que tantas cosas que pues nomas no se puede, pero volvemos a las mismas, que yo soy bien terca y tu muy complaciente y es que mientras tú te sientes en donde no te pique un alfiler ahí te quedas, pero mi Antonio, de veras que a la fuerza ni los zapatos, ni las promesas, ni las palabras, ni el taconcito de cristal que casi se sale de tu cuento que me inventaste, a lo mejor también fue idea tuya pensar que yo soy cosas que no, porque ni soy paciente, ni buena, ni cariñosa, ni princesa, ni tampoco me dan ganas de callarme cuando me lo dices, ni cuando me miras enojado, ni cuando te vas.
Mi querido Julio, Mario, Pedro, Cesar, Francisco o como sea que he de llamarte de ahora en adelante que ya no estas en mi vida por mas aferrada que sea y por mas tonta que pueda ser, los coscorrones en la cabeza van doliendo y de cada piedrita vas aprendiendo un poco.
Nomas quiero que te quede bien claro, que de verdad te quise, pero por mas que te quise resulta que el cielo no es tan grande para volarte, ni la vida es tan fácil como pa' vivirte, ni tengo pies, ni tengo alas y por mas que lo intentara lo de nosotros nunca iba a funcionar, pero eso tu ya lo sabias.
Y se bien que hay un montón de cosas que tu ya sabias pero yo ignoraba y en una de esas te encargo que a la próxima me hagas el favor de explicármelas todas, porque yo todavía sigo sin entender, aunque bueno, a veces si te entiendo y otras tantas me confundes pero pues ya que mas da ¿No, amor mio?
Ahorita que mas da si yo sigo tomándome mi café sola, haciéndome bolas la cabeza pensando y pensando en que me equivoque y al final de cuentas termino fijándome que no me equivoque en nada, yo te quise tanto como me lo permitió mi corazón y eso, no puede ser error de nadie.
Total, ahorita ya dan igual algunas cosas, porque todo se va quedando poquito a poquito guardado en un rincón, ese rincón que tendrá rayones de cada uno de tus nombres, ese rincón que se oculta entre las sombras, pero nunca se me va olvidar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quien eres?

Universo alterno #326

Érase una vez el amor, pero tuve que matarlo.