La maravilla que es poder amarte.

Iluminas mis días.

La luz que me despierta al amanecer se sostiene por tus recuerdos. Al pensar en ti todo mi mundo cambia, al recordar tu sonrisa mi día se pone mejor, siempre que pienso en ti,  sonrió. Recuerdo tu risa tan única al burlarte de algo y me hace reír,  mantengo tu espíritu vivo a través del pensamiento, vivo con la esperanza de verte y hablar contigo. Ansiosamente espero el momento de llamarte. Cambiaste mi vida y me hiciste volar. Mantienes sueños que pensé estaban por morir. Cambiaste formas de pensar y haz hecho que reconsidere cambios inertes. Me encanta tu voz y tu sentido del humor, amo como me haces reír con cualquier cosa, soy dependiente de ti y admiro tu fuerza y tu personalidad. Sueño contigo todas las noches. Cuando despierto pienso en ti y me pregunto si ya te ha tocado el amanecer. Al momento de salir de mi casa solo pienso en regresar temprano para saber de ti de nuevo. Al ver un camino pienso en ti, al ver a una pareja pienso en ti. Escribo tu nombre en mi mente cada segundo libre. Espero tus mensajes como un respiro para mi alma y me emociono cada que llega algo nuevo de ti. Durante la noche segundos antes de dormir pienso y pienso tantas cosas y tu presencia es la única que no cambia, cuanto te amo.
Iluminas mi día,  mi mundo, eres la única luz que encuentro en medio de la oscuridad que me asusta tanto, quisiera estar siempre entre tus brazos para que me protegieras todo el tiempo, quisiera ahogarme en ti y no dejarte ni un momento.
Destruiría todos los universos donde no existieras y cambiaría todas y cada una de las realidades donde no estés. Inventaría todo un mundo nuevo que fuera perfecto para ti, me gustaría que tuvieras todo lo que te hace falta y así entendieras la maravilla que es poder amarte.

Quisiera amarte por el resto de mis días de pie en esta tierra que dejo de ser insignificante desde que conozco tu existencia.

Sarah M. Riv.