No se que eramos, pero estaba cute.

No se que eramos, pero estaba cute.
No hacia falta preguntar que relación teníamos o si íbamos a llegar lejos, supongo que ambos éramos bastante conscientes que éramos un amor de un ratito y no se incluso si a "amor" llegábamos.
Porque teníamos muy poquito que darnos y nunca quise imaginar que me querías y tu apuesto no querías que lo hiciera.
Tal vez solo nos tapábamos la soledad y nos apagabamos el fuego a pedradas.
Y no se que eramos, pero estaba cute, poder hablarte y pasar la noche y las películas, las cenas, los días feriados, la flor que dijiste cortaste de un balcón con la esperanza de que siguiera un camino efímero al universo, tu gusto por las galletas de la fortuna del restaurante que yo odiaba tanto y las canciones que detestabas escucharme cantar.
No me hacia falta saber que te irías, pero perfectamente lo sabia pues de una u otra manera ni tu eras para mi, ni yo era para ti, ni el momento era para nosotros, ni ese tu universo tan sabio tampoco.
No me abstienes a nada material ni mucho menos a algo sentimental y te dejo ir, como las cenizas de mis cigarros.
No se que eramos, pero estaba cute.