Fragmentos; Usted. Mírame.


Miro a mi alrededor y que sorpresa… o no.

José está sentado con una mujer en otra mesa en la esquina del restaurant a un lado de una gran ventana de vidrio, alcanzo a ver a la mujer de espaldas y a el de frente, concentrado en su comida hasta que siente que lo miro, no sé de qué manera veo pero siempre me dicen que mi mirada se siente, nuestros ojos se encuentran, se queda fijo en mi hasta que una sonrisa sale de sus labios, no entiendo nada, no sé si sonreír o decepcionarme o … salir corriendo. Yo que sé. La mujer mira que el sonríe y voltea a verme, su mirada me devora unos segundos y se aleja de mi lentamente. Detesto eso. Odio a las mujeres que miran así como si estuviera teniendo relaciones con su pareja arriba de la mesa enfrente de ella. Como si fuera pecado mirar, en especial mirar a alguien que conozco. Ella le dice algo a José y el comienza a hablar palabras que no entiendo, entonces Víctor me hace recobrar el sentido.

-       Para ella pasta putanesca, la misma entrada y el mismo postre- le dice al mesero
-       Excelente elección, en unos momentos le traigo sus platillos
-       Si gracias- le dice al mesero y se va - ¿Estas bien?- me pregunta
-       ¿Por qué lo dices?-
-       No se, veo tu mirada diferente-
-       Todo bien- le digo y tomo agua fresca de la copa, sinceramente tengo que hidratar mi garganta

Trato de concentrarme en otras cosas, como mi hermano y su aburrida platica, las mesas de mi alrededor, todo menos la ultima mesa de la esquina.
Entonces mi celular hace un corto sonido desde mi bolsa. Lo saco, me llego un mensaje.

-“Te vez hermosa – J”


Volteo a verlo instantáneamente, José tiene su celular en las manos y me mira de una picara y divertida manera. Sigo sin entender nada.









- ¿Porque Él?
- Porque incluso en blanco y negro, puedo ver el color de sus ojos - 

Sarah M. Riv. 


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