Monterrey, Ámame, Ódiame. Siempre seré Tuya.


El olor de esta cuidad me perfora los pulmones.
Su oxigeno esta lleno de recuerdos, 
lleno de noches y amaneceres 
que me punzan el corazón.

No tengo el valor de salir huyendo.
Amor el olor de esta ciudad, 
que me intoxica la sangre, me asfixia la vida.
Me mata y me acaba con Amor.

Sus luces me producen ceguera. 
Sus noches me enferman.
Detesto su gente y sus lugares.
No quisiera correr.

Amo mi vida en esta sucia ciudad,
Que me mata, pero me revive.
Y vuelvo a odiar.
Y vuelvo a Amar.




- Monterrey - 

Sarah M. Riv. 

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