Rayuela

Todo el tiempo estoy pensándote aunque bueno, no he de justificarme leyendo uno de los libros que me haz regalado de un escritor me presentaste con una historia de amor doliente e increíble asi como me duele el nuestro.
Te quiero tanto y tú ni si quiera te das cuenta mi amor, tu estas ahora en casa, comiendo o haciendo cualquier otra cosa que no será pensar en mi, como siempre lo haces, haces de todo antes de que yo pase por tu cabeza, tampoco te quiero culpar y es que yo soy una mártir antes que cualquier cosa, antes de ser escritora, soy sufrimiento puro de la vida, del amor, de lo que me duele, de los atardeceres y últimamente es que todo se convierte en una espina en el corazón incluyendo tu sonrisa, es que te extraño tanto amor mio y tú ni si quiera te enteras, necesitó quedarme cálida entre tus brazos y pensar en lo mucho que me hace feliz cuando estoy ahí mientras tu duermes y me respiras sobre el hombro y en el fondo escuchó tu latido constante, ese que tanto adoro.
Te quiero tanto y me haces tanta falta y tu... Amor mio, ¿Y tu?
No te culpó, se que tienes tu vida, tus cosas, tus tristezas igual que yo las mías pero te aseguró serian menos si estuvieras aquí conmigo y me leyeras este libro y si la historia dejara de ser melancólica y se transformara en amor, puro, igual que tu y yo cuando estamos juntos, cuando me miras a los ojos, cuando me sonríes, antes justo de que todo desaparezca, antes justo de que me vaya y me dejes de pensar.
Te quiero tanto y tu ni si quiera te enteras.