Diez pies bajo el mar

Me gustaría poder arrojar a lo profundo del mar los recuerdos que me quedan de la vida que pudimos haber tenido, diez pies bajo el mar lo mas profundo que se pueda a pesar de que se bien que los recuerdos flotan al cabo de un tiempo. Y lo se porque han venido flotando desde el agua profunda donde intente dejarlos. Me vienen flotando los momentos que pasamos en esa posada de altos techos con esa fuente, con esos muebles que hacían el ruido de la madera vieja, me viene flotando el recuerdo de esa mañana donde salio levemente el sol y me calentaba ligero a placer pues hacia un condenado frió en ese invierno, al igual que mi siguiente recuerdo en la carretera, en medio de las enormes montañas del pueblo donde nació tu madre, del rió y del viento azotando esa montaña, de mi recogiendo ridículas piedritas y ayudandote o creyendo que te ayudaba a crecer, a ser mas de lo que eras, a vivir y a amarme, ahora ya lo sabemos, nunca me amaste, pero en esa condenada noche fría me miraste como si me amaras, me tocaste como si en realidad significara algo para ti, ahora los dos lo sabemos y todos esos recuerdos son los que intento ahogar, lo intente por meses en medio de fiestas y alcohol, en medio de problemas y lagrimas, en medio de letras y otros brazos, he agotado mis esperanzas hasta el desierto pero los recuerdos de ti flotan, el mar se sube de nivel, cuando en realidad debería extinguirse y se que tu y yo nos hundimos en botellas de vino profundas y largas, me enseñaste muchas cosas y por eso te amé hasta joderme el alma, te amé después de la tormenta, te amé antes de la sequía, te amé y por eso los recuerdos flotan cariño, flotan como cuchillos en la piel y yo quisiera, de verdad quisiera que se ahogaran pero existen y no hay mucho que pueda hacer al respecto, mas que ahogarme con ellos. 

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