Daniel, me estas matando.

Te he necesitado mucho en todo este tiempo que has estado lejos de mi vida. Muchas veces que ni si quiera me acuerdo de cuantas porque han existido tantas en mi vida como estas, sin saber que hacer, avergonzada de mi misma, cometiendo error tras error, nunca ha sido justo para ambos pero siempre has sido mi salvavidas, mi luz, mi entrada positiva entre todo esto que llamamos destrucción. Te extraño mucho, mas que como un amor, como un amigo, en esa extraña presencia intermitente a la que tu llamas amistad, no estando siempre, pero estando siempre que es necesario y aunque en cada uno de esos momentos yo te he amado hubiera preferido mil de esos momentos mas que esta ignorancia que tenemos ahora, hubiera preferido tus besos espontáneos cuando era el momento indicado a este vacío que tengo en el pecho al pensar en ti. Te extraño mil veces en días como estos en los que no se que hacer, necesitó un abrazo tuyo de esos interminables, necesito tu consejo, tu forma de hacerme ver en medio de la obscuridad, tu paciencia, tu madurez, tu sabiduría, tus palabras, te necesito y no existe forma alguna en la que pueda decirlo, mucho menos en la que vayas a saberlo, siempre ha sido así entre nosotros, un montón de cosas que no se dicen, que se guardan, que se suponen... Te extraño como no tienes idea y no se cuanto tiempo mas vaya a extrañarte, hasta hoy este parece ser el final de lo que hubiese llamado nuestro. Ya no es tan fácil recuperar algo que haya quedado entre nosotros, tú te llevaste lo tuyo, yo me ahogue en lo mio hasta morirme, no soy la misma mujer que conociste, ni tampoco he de ser mejor, ni mucho menos, aunque yo lo quiera, no soy lo que alguna vez pudieras amar. Y a pesar de saber que nunca podrás llegar a amarme, aun así, yo te necesito y te extraño, aunque no vayas a saberlo


.- Ya me voy, Quiero que sepas algo, Mi corazón huyó, se fue, se me quedó en tus labios...