Otoño.

Pocas cosas en el mundo me gustan tanto como tú.
Tu espíritu, tus letras y tu forma de pensar, tu sonrisa, tus colores, tus palabras antes de besarme, los pocos celos que demuestras y la forma en la que casualmente me tocas la piel, tu visión del mundo, de sorprenderte de pequeños y cotidianos detalles e inocentemente verme de reojo cuando piensas que no te observó, el tono de tu voz y como se hace mas suave cuando hablas de lo que te gusta de mi.
Esa manera tuya que tienes de mover la boca y de pensar exactamente que palabras dirás antes de hablar, el color exacto de tus ojos que no es igual a ninguno otro tono y la forma en la que brillan cuando te veo.
Quisiera tenerte por el resto de mi vida y que tu lo quisieras también.
Quisiera supieras cada palabra que he escrito para ti y cuantas veces tu nombre ha salido de mi boca, creo que te necesitó mas de lo que creemos los dos.
Quisiera escaparme del mundo donde no existas tu y que me quisieras, realmente me gustaría que me quisieras sin tener que pedirlo, sin tener que desearlo con todo mi ser, siempre vas a estar en medio de mi pecho, siempre en el latido de mi corazón entrelazando tus manos con mis dedos y sonriendome para dejarme rendida una vez mas.
Quisiera te dieras cuenta de lo increíble que eres para mi y de cuanto te quiero, te clavaste en mi corazón y no hay forma de que salgas de el ahora, eres parte de mi y te necesitó para ser feliz.

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